Para que un café cumpla con los estándares de especialidad hay varios aspectos importantes que tomar en cuenta:
1-Origen y cultivo: Los cafés de especialidad suelen provenir de regiones específicas y reconocidas por producir granos de alta calidad. Estas regiones pueden tener condiciones climáticas y geográficas favorables que contribuyen a las características distintivas del café.
2-Puntuación de taza: Los catadores profesionales utilizan métodos de catación para evaluar y puntuar el café en términos de sabor, aroma, acidez, cuerpo y otros atributos. Los cafés de especialidad suelen obtener puntuaciones altas en estas evaluaciones, deben superar los 80 puntos en una escala de 100.
3-Perfil de sabor: Los cafés de especialidad suelen ofrecer perfiles de sabor complejos y distintivos. Pueden presentar notas frutales, florales, achocolatadas, cítricas o especiadas, entre otras. La presencia de sabores balanceados y bien definidos es un factor importante para su clasificación.
4-Proceso de producción: Los cafés de especialidad se producen con altos estándares de calidad en todas las etapas del proceso, desde el cultivo hasta la cosecha, el procesamiento y el tueste. Se busca minimizar los defectos y mantener la integridad de los granos, preservando sus características naturales.
5-Sostenibilidad: En muchos casos, se valora que los cafés de especialidad sean producidos de manera sostenible y ética, cuidando el medio ambiente y garantizando condiciones justas para los productores.
Es importante tener en cuenta que la clasificación de un café de especialidad no es un proceso regulado universalmente. Existen diversas organizaciones y certificaciones que establecen sus propios criterios para determinar la calidad del café. Sin embargo, la evaluación de los factores mencionados anteriormente suele ser ampliamente aceptada en la industria del café de especialidad como referencia para distinguirlo de otros cafés de menor calidad.